Promoción de la salud

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La promoción de la salud constituye un proceso político y social global que abarca no solamente las acciones dirigidas directamente a fortalecer las habilidades y capacidades de los individuos, sino también las dirigidas a modificar las condiciones sociales, ambientales y económicas, con el fin de mitigar su impacto en la salud pública e individual. La prevención de la enfermedad abarca las medidas destinadas no solamente a prevenir la aparición de la enfermedad, tales como la reducción de los factores de riesgo, sino también a detener su avance y atenuar sus consecuencias una vez establecida. Para este fin vemos necesario promover el desarrollo de las habilidades personales para optar por estilos de vida saludables, desarrollando acciones encaminadas a capacitar a las personas mediante la información, la sensibilización y la educación en habilidades para la vida, la toma de decisiones y proporcionar a la población de los medios necesarios para ejercer un mayor control sobre su propia salud y así mantenerla y mejorarla.

La modificación de las conductas con la adopción de hábitos saludables, el saber reconocer síntomas y signos indicadores de enfermedad y la información sobre cómo diagnosticar precozmente enfermedades crónicas como el cáncer, serán útiles para contribuir a mejorar la calidad de vida de la población. Los factores de riesgo para el desarrollo de cáncer son los mismos que para otras enfermedades como las cardiovasculares, y respiratorias crónicas. El 80% de los cánceres son debidos a causas externas modificables o prevenibles.

Los trastornos de conducta alimentaria (TCA) representan un grupo de enfermedades de gran relevancia clínica y social con graves costes personales, económicos, familiares y sociales. La prevalencia en España de estos trastornos es: en el caso de la anorexia nerviosa entorno a un 1%, la bulimia en el 3%, los trastornos no especificados en un 3% y la obesidad alcanza tasas del 26,3% para la población entre los 2 y los 24 años, más concretamente un 28.3 % de los niños españoles de entre 3 y 12 años sufre de exceso de peso (7.1 % padecen obesidad y un 21.2 % sobrepeso). En cuanto a la obesidad como principales causas podemos destacar un mayor consumo de alimentos hipercalóricos y una menor actividad física.

Concretamente la obesidad infantil se asocia con una mayor probabilidad de obesidad, muerte prematura y discapacidad en la edad adulta. Además de estos riesgos futuros, los niños obesos sufren dificultad respiratoria, mayor riesgo de fracturas e HTA, y presentan marcadores tempranos de enfermedad cardiovascular, resistencia a la insulina y efectos psicológicos como depresión o ansiedad por los estigmas sociales que imperan en nuestra sociedad. Actualmente se sabe que los TCA tienen una etiología multifactorial, en la que se incluyen tanto factores no modificables, como la predisposición genética o acontecimientos vitales, y factores modificables.

Cuando hablamos de factores modificables nos referimos aquellos que son más accesibles a las intervenciones preventivas, como los patrones culturales y estéticos que imperan en la sociedad y pueden llevar a una valoración negativa de la propia figura y del esquema corporal, o llevar a cabo dietas poco saludables las cuales afectan de manera muy negativa al organismo.

El estrés crónico produce daños en la salud, y supone una calidad de vida deficiente en la edad adulta. El estrés crónico a largo plazo conlleva a la persona a una situación de depresión y angustia durante períodos aparentemente interminables y la persona abandona la búsqueda de soluciones. Según la manera en la que se afronta el estrés se puede caer en episodios de ansiedad que pueden conllevar a trastornos físicos y mentales e incluso otras afecciones sin causa aparente. Es la situación que hoy tratamos en diferentes ámbitos y actividades y nos preocupa mucho por cómo afecta las adicciones sin sustancia principalmente a nuestros jóvenes y adolescentes donde notamos un importante incremento en estos últimos dos años, tratando a pacientes en edades prematuras con trastornos de ansiedad. El miedo a perderse algo en las redes puede alimentar la adicción a ellas y la ansiedad en los jóvenes. Es lo que se conoce como FOMO, un miedo que impulsa a un consumo excesivo y que puede provocar que se ignoren las relaciones reales.

El Equipo Sanitario y de Bienestar Social de AMEPRE, tiene el objetivo de promover la educación y la promoción de la salud en la población, como clave de la prevención de actitudes, comportamientos y hábitos que lleven riesgos asociados a su bienestar físico, psíquico y social, actuando además como agente multiplicador, en su entorno más cercano. La prevención de enfermedades abarca medidas destinadas a la modificación de los factores de riesgo, el diagnóstico precoz, el diagnóstico oportuno y atenuar sus consecuencias una vez establecida.

La actividad se desarrolla en talleres participativos en los que, a través de actividades sencillas e integradoras, se ofrecen contenidos y actividades para la adquisición de hábitos de vida saludable, y la capacitación para decidir entre las opciones que favorezcan un adecuado bienestar físico, mental y social.

Se desarrollan en 7 sesiones de 2 horas de duración en las que se tratan los siguientes contenidos:

Sesión 1: Presentación

Sesión 2: Dieta Mediterránea. Problemas de salud relacionados con la obesidad y el sobrepeso. Índice de Masa Corporal (IMC)

Sesión 3: Los nutrientes, los alimentos, y elaboración de menús.

Sesión 4: Consejos para hacer la compra, conservar y cocinar los alimentos. Etiquetado de productos alimenticios.

Sesión 5: Falsos mitos y creencias sobre alimentación.

Sesión 6: Motivación y Autoestima.

Sesión 7: Los ocho remedios naturales.