Cuando hablamos de peso ideal deberíamos de pensar en aquel peso que deberíamos tener para poder disfrutar de una vida saludable. En pocas palabras, nuestro peso ideal debería ser aquel en el cual nosotros nos vemos y nos sentimos bien.
Sin duda lo que buscamos es mantenernos en ese peso ideal que nos permita sentirnos bien con nosotros mismos sin que nos afecte en ningún momento a nuestra salud.
Pero existe la creencia, bastante presente en muchos sitios de Internet, de unir peso ideal y el IMC, o lo que es lo mismo, el índice de masa corporal.
Buscar nuestro IMC según nuestras características físicas es para muchos sinónimo de llegar a nuestro peso ideal. Y eso es un error. Puede que para alcanzar el IMC debamos de adquirir hábitos no tan saludables como lo que creemos. Es cuando debemos de reflexionar en que el final a alcanzar deberá de llevar aparejado un camino adecuado. En términos de salud, debemos de considerar que para alcanzar nuestra meta final debemos de realizar los pasos adecuados antes.
Es por eso que en AMEPRE proponemos hábitos de vida saludables que, una vez implementados a nuestra vida diaria, van a permitirnos llega a nuestro objetivo final de forma sencilla.
Buscar de forma desesperada el alcanzar nuestro IMC para alcanzar nuestro peso ideal es erróneo. El IMC es solo una parte orientativa, peo no el pilar fundamental de nuestro trabajo.
No en vano, no deja de ser un número que se obtiene en función de nuestro peso y altura, sin tener en cuenta otros muchos factores que son de vital importancia para conocer a ciencia cierta cual es nuestro peso ideal.
Alcanzar el IMC que nos proponemos es síntoma de garantía de que estamos haciendo las cosas bien y puede ser, con bastante probabilidad, que no sea así y que estemos realizando conductas y comportamientos poco saludables.
No deja de ser un rango de números entre los que, matemáticamente hablando, pensamos que estamos en nuestro peso ideal.
¿No os ha ocurrido que tras una gripe o un proceso gastrointestinal que habéis perdido peso y si miráis vuestro IMC estáis perfectos pero alguien os dice que tenéis muy mala cara o que se os ve desmejorados?
Aquí se ve que al IMC tiene que acompañarlo la autopercepción de que te ves como debes estar. Puede que tengas el IMC correcto pero no se te ve sano, o sea, no estás en tu peso ideal.
Y en respuesta a la pregunta anterior, si has llegado a tu IMC por una circunstancia no habitual o por un proceso de realizar algunas acciones exageradas (como por ejemplo decidir no desayunar para reducir la ingesta de alimentos), surge otra pregunta, ¿qué ocurrirá cuando el suceso que motivo ese cambio pase o deje de realizar esas conductas exageradas que os indicaba? Pues que recuperarás todo lo perdido.
Es la sostenibilidad en el tiempo el otro factor clave para alcanzar el peso ideal, no el IMC. El ser capaz de implementar a nuestra vida hábitos tanto alimenticios como de estilo de vida sanos, saludables, que los realicemos sin esfuerzo, es lo que nos va ayudar a conseguir alcanzar y mantener nuestro peso ideal.
No olvidéis, un IMC correcto, unido a una autopercepción de estar y parecer sano y estarlo realmente y adquirir hábitos de vida y alimentación saludables y mantenerlos en el tiempo, son la única garantía de estar siempre en vuestro peso ideal.