El azúcar, mejor dicho, el exceso de azúcar, se ha convertido en un aspecto de preocupación creciente para nuestra salud desde hace ya bastantes años. De hecho, un exceso en el consumo de azúcar se ha convertido en uno de los grandes enemigos de la alimentación saludable.
Nuestro cuerpo necesita azúcar para el funcionamiento correcto de diferentes procesos biológicos de nuestro organismo. Pero el exceso de azúcar se ha demostrado que es un hábito poco saludable y perjudicial.
Por ese motivo aparecieron los edulcorantes como una alternativa al consumo de azúcar, como algo que prometía ser más beneficioso para la salud. Pero, ¿qué hay de verdad en ello?
A raíz de esta corriente de que los edulcorantes eran más sanos, ha crecido una industria especializada en este tipo de productos, llegando incluso a la creación de productos específicos por edades para ‘endulzarnos la vida’.
Pero han surgido muchas voces que hacen referencia a las pocas bondades que tiene el uso de edulcorantes como sustitutivos del azúcar. Así, por ejemplo, la Organización Panamericana de la Salud incluyó a los edulcorantes en la lista de nutrientes críticos, como el sodio, el azúcar y las grasas saturadas.
Entre los argumentos contrarios a su uso, se apunta que afectan de forma perjudicial a la flora intestinal o como afectan el metabolismo de la glucosa, lo cual demuestra que no son tan saludables como inicialmente se creía.
Por este motivo, analizar o decidir si es mejor el azúcar o los edulcorantes es algo complejo y que puede presentar pros y contras dependiendo de las características de nuestro organismo.
Por eso, desde AMEPRE, queremos ofrecer alternativas para endulzaros la vida de una forma más sana, evitando el consumo tanto de azúcar como de edulcorantes.
Alternativas más saludables
La estevia. Cuidado, que también alrededor de ella ha entrado la industria alimentaria mundial a elaborar este producto en masa, echando por tierra los beneficios de su uso. Sin embargo, la estevia 100% natural si que es una alternativa saludable para endulzar nuestra vida.
La miel. Cuidado con el tipo de miel. Las comercializadas de forma masiva suelen incluso llevar azúcar añadido para conseguir endulzarlas más. Por eso mejor conseguir miel de productores conocidos y reconocidos por su calidad. La miel tiene antioxidantes, vitaminas (B, C, D y E) y numerosos minerales, como hierro, cobre, fósforo, potasio, calcio, magnesio, zinc y manganeso. Una o dos cucharitas diarias es un perfecto sustitutivo del azúcar y de loa edulcorantes.
Melaza. Su uso proporciona nutrientes como vitamina B y minerales como el magnesio, calcio, cobre, hierro y potasio.